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La madriguera de los Gazapos

Cuando los bebés se quedan con su mamá, ella se encarga de hacer el nido mientras aún está preñada, añade heno y pelo que saca de su barriga para que esté calentito para los bebés.

Si la mamá está con humanos, puedes poner una manta caliente para ayudar a calentar aún más el nido.

Nunca toques a las crías con las manos, si eso ocurre mamá puede rechazar a las crías y eso no es bueno, como sabes nos guiamos por el olfato y nuestras crías tienen nuestro olor, si lo pierden ya no las queremos cerca y lo más probable es que mueran. Si realmente tienes que tocar a los bebés, tócalos con el pelaje de mamá, para que sea el pelaje el que toque a los bebés y no tu piel.

Pero muchos humanos te dirán: "Yo toco y he tocado siempre a los bebés de mis conejos y ellos no lo rechazan, ¡eso es un mito!

¿Analizamos esta frase?

Dime, ¿quién diría algo así? Un criadero. Alguien que usa y abusa de sus conejitas y les hace tener muchos bebés para poder venderlos y obtener beneficios.

Aunque muchos humanos se empeñan en decir que los animales no humanos no tienen sentimientos, cada vez más gente demuestra que los animales los tienen y que el vínculo madre-bebé es muy fuerte. Una mamá siempre protegerá a sus bebés y querrá lo mejor para ellos, pero si esa mamá está obligada a tener bebés cada mes o cada 3 meses y después de 45 días o incluso 2 meses se quedará sin sus bebés para el resto de su vida, esta conejita no tendrá sentimientos por esos bebés, así que ya sea un humano o un perro, dejará que se muden porque no crea un vínculo con sus bebés.

A veces ocurren accidentes y tu conejita hará todo lo posible como mamá y protegerá a sus bebés y por eso es muy importante respetar su olor y su espacio.

Si a la mamá le pasa algo y muere o rechaza a los bebés, en ese caso es muy importante que cuides bien de los bebés.

En una caja de cartón o en un transportín de los más pequeños, puedes poner en una primera capa hojas de periódico o tiras de papel, intenta siempre utilizar el pelo de la mamá para que los bebés estén cómodos y mantas calentitas, en este caso no utilices heno. Vigila siempre la temperatura de los bebés, son muy pequeños y no tienen pelaje por lo que se enfrían con facilidad, si necesitas calienta agua y pon una bolsa de agua caliente cerca del nido para calentarlos.

Los bebés son ciegos y sordos durante las primeras etapas y utilizan su sentido del olfato como forma de orientarse, así que cuando los toques procura no utilizar olores fuertes como perfumes.

Hasta aproximadamente el primer mes de vida no es conveniente tocarnos mucho, solo por la mañana y al final del día cuando vamos a mamar y si quieres mirar durante el día para ver si no tenemos frío y si estamos bien no hay problema, cuanto más juntos y tranquilos estemos mejor.

A medida que crecemos empezamos a necesitar más espacio, con un mes ya empezamos a querer explorar y puedes poner nuestro nido en una jaula de 80cm por ejemplo, deja el nido para que podamos entrar y salir cuando queramos y en el resto de la jaula pon una manta mullida para que no haya diferencia de temperatura, un pequeño cuenco con heno y un platito o una tapa poco profunda de una botella con agua para que bebamos.

Cada conejito evoluciona a su ritmo, a medida que crecen debes ser tú el que entienda cómo debes adaptar la madriguera.

A los 2 meses de edad ya están explorando. Puedes quitar la caja o transportín y rehacerla sólo con las mantas y el pelaje, puedes introducir lo esquinero con pellets aptos para animales y si quieres ponerle una alfombrilla de goma perforada encima para que no se hagan daño en las patas, si ya beben bien el agua, también puedes cambiar a un cuenco, ni muy grande, ni muy hondo, añade el henero y deja que ellos decidan donde prefieren comer el heno.

A los 3 meses ya están listos para dejar a su mamá y empezar su vida, en esta etapa es importante tenerles una madriguera como si fuera la de un conejo adulto (mira aquí ).

 

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